No importa el nombre que te den ellos, sino el significado que tú consigues darle a esa palabra.
Se ha perdido el dar un nombre, después de ver a quién y la cosa. Hoy nos ponen un nombre al nacer, y nosotros nos adaptamos a nuestro nombre.
Hagamos de esas palabras, un nuevo significado. Cambiemos el sentido de toda aquella definición que no nos cuadre.
Declaremos la guerra al diccionario.